Con una clase media que subirá de 60,6 millones a 128 millones de hogares en una década, este mercado asiático está interesado en fomentar más su relación con América Latina. Chile, el único con un acuerdo comercial, quiere profundizarlo.
Con una población de 1.300 millones de habitantes -868 millones de electores-, 22 idiomas oficiales y un sinnúmero de dialectos que se hacen presentes en sus calles, India es, en los hechos, varios mundos en uno.
Es también un mercado que de la mano de su Primer Ministro, Narendra Modi, está embarcado en un proceso de múltiples reformas que, entre otros objetivos, buscan acrecentar los vínculos con América Latina.
“Queremos ser socios por largo tiempo de América Latina y el Caribe”, resume Raveesh Kumar, el portavoz oficial de Asuntos Exteriores de India, quien junto al encargado de los países de América Latina y el Caribe en esa repartición, Ashok Das, relata los cambios en curso.
“El gobierno se ha dado cuenta de que hay que tener un programa enfocado para cubrir la brecha entre el crecimiento económico y social (…) Todas nuestras iniciativas lanzadas en los últimos tres años tienen una huella social”, dicen los altos funcionarios.
Objetivo: Cambiar la cara de la India económicamente
“Electricidad para todos antes de 2019”; “un toilette para cada familia”; el desarrollo de un programa de infraestructura, carreteras y puertos; un sistema de identificación biométrica para que las personas reciban subsidios; un sistema para facilitar la apertura de cuentas bancarias en pueblos pequeños y remotos; un programa solar para producir 100 gigas antes de 2022, son todos ejemplos que mencionan para graficar algunas iniciativas con las que pretenden -en palabras de su Cancillería- “cambiar la cara de la India económicamente”, resume Kumar.
“Make in India”, que busca dar a conocer la India al mundo como un mercado atractivo para inversiones y para la compra de todo tipo de manufacturas, automóviles, fármacos y maquinaria pesada, agroindustria y textiles, también es parte de este cuadro. “Pocos países actualmente tienen esa fuerte campaña de internacionalización”, estima desde Chile Jorge Guerrero, presidente de la Cámara Chileno India de Comercio (Camindia).
Crecen la clase media y también la población activa
Si bien las tasas de crecimiento de la India superan el 7% anual, al andar por calles de su capital, Delhi, se evidencia la pobreza, y los datos lo reflejan: su per cápita solo llega a US$ 6.616.
Pero dicho eso, los volúmenes de población y mercado potencial son tan grande, que se perfila como un mercado igualmente atractivo.
Datos de la Confederación de Industrias de la India (CII) -un símil de la Sofofa- muestran que en número de hogares, por ejemplo, en 2015 había 3,3 millones en el segmento con mayor poder adquisitivo, y sus proyecciones apuntan a que al 2025 este segmento subirá a 9,5 millones de hogares. La clase media subirá de 60,6 millones a 128 millones de hogares. Y los hogares pobres, a su turno, bajarían de 180 millones a 143 millones. Además, la población de entre 15 y 64 años, es decir, la fuerza de trabajo activa, seguirá aumentando, pasando de 860 millones en 2015 a 985 millones en 2025 y a 1.145 millones al 2050.
Otro dato: Un funcionario en reserva explica que, por ejemplo, hay unos 300 millones de habitantes de clase media, y unos 60 millones de consumidores de vino, lo que podría ser abordado por la industria chilena.
Hoy, este producto llega a India con aranceles que superan el 150% de su valor, lo que hace que el precio al que pueden llegar a la venta al consumidor es, al equivalente en pesos chilenos, a $4 mil la botella como mínimo.
De allí las expectativas en torno al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambas naciones que, en el discurso, está sobre la mesa de negociación.
“Ya hay un comité de previabilidad que está estudiando el tema. Este es el procedimiento normal que seguimos antes de empezar las negociaciones formales”, explica Ashok Das, el additional secretary para los países de América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores de India.
Claro está que, en reserva, un funcionario pone paños fríos a la inminencia de un acuerdo: las negociaciones pueden no ser tan rápidas, pues India también está en similar proceso con la Unión Europea.
Desde 2007, Chile e India tienen en vigencia un Acuerdo de Alcance Parcial (AAP) que ha permitido ampliar la cantidad de productos incluidos en las preferencias y hoy ya suman 2.800.
Pero a pesar de ser el único con este tipo de acuerdo, Chile solo es el quinto socio comercial del país asiático en América Latina. Brasil se ubica en primer lugar, seguido de México, Venezuela y Argentina, luego Chile y Perú, precisa Amarendra Kathua, un diplomático ya retirado que cumplió funciones en América Latina.
“Quien conquiste tan solo el 1% (del mercado indio) podría tener cuantiosas utilidades”, manifiesta desde Chile Jorge Guerrero, de Camindia.
India acaba de abrir el mercado para berries, paltas y aceite de oliva chileno. “Nuestros productos agroindustriales deben estar en el gigante asiático”, agrega Guerrero.
US$ 1.218 millones importa India desde Chile y vende en nuestro país solo US$ 652 millones.
domingo, 08 de octubre de 2017
Azucena González, desde India Economía y Negocios Domingo El Mercurio
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